Estas siglas se refieren a las dos tecnologías actualmente usadas en los proyectores.
La pantalla LCD (Liquid Crystal Display) de un proyector es similar a la de una laptop aunque más pequeña. El color y la opacidad de cada punto o pixel se controla mediante cargas eléctricas. La luz de la lámpara pasa a través de la pantalla y luego por la lente. Esta tecnología es más antigua y requiere más espacio, pero es superior en cuanto a la intensidad de los colores.
La tecnología DLP (Digital Light Processing) desarrollada por Texas Instruments es más reciente y más económica. Se basa en espejos microscópicos que pueden controlarse electrónicamente de manera que reflejen o no la luz. Con esta tecnología se logra mejor contraste, aunque los colores son menos intensos. Otra ventaja de la tecnología DLP es que la cuadrícula es prácticamente imperceptible.