Las pantallas de proyección son un elemento muy importante a la
hora de obtener resultados óptimos durante su presentación.
Un buen videoproyector no es suficiente. La luz ambiental, luz artificial,
las sombras, los reflejos, la altura del techo… pueden afectar el
resultado de la proyección. Por estos motivos, la elección
de la pantalla adecuada a cada situación es de gran importancia
para conseguir una proyección de calidad óptima.
Para elegir la pantalla idónea en
cada situación se han de tener en cuenta los siguientes pasos:
Tipo de pantalla:
Los más importantes son: manuales, eléctricas,
de trípode, plegables o con marco fijo. En función del uso
que se le vaya a dar escogeremos de un tipo u otro.
Formato
de pantalla:
Es recomendable usar una pantalla de proyección que tenga
la misma relación que la imagen proyectada: formato estándar
[1:1], para presentaciones con retroproyectores y diapositivas;
formato vídeo [4:3], para proyección de
ordenador y vídeo; y formato panorámico [16:9],
para películas, deportes, etc.
Dimensiones
de pantalla:
Se determinan a partir de tres elementos:
a)
Determinación
de la base de la pantalla para que la imagen sea óptima.
La distancia de visión debe ser como mínimo igual
a la diagonal (D) de la pantalla.
b)
Determinación
de la altura de la imagen.
Para
pantallas de formato vídeo [4:3] la última fila
debe encontrarse a una distancia máxima igual a 5 veces
la altura de la imagen de proyección (H) para obtener una
imagen ideal.
Para
una pantalla en formato panorámico 16:9, la distancia máxima
es de 3,3 veces la altura de la imagen de proyección (H).
La
altura de visión óptima, para uso profesional deber
ser de 125 cm como mínimo, y en caso de home inema, de
90 cm.
La
altura de la superficie de proyección deber ser igual a
1/6 de la distancia entre la pantalla de proyección y la
última fila de asientos.
c)
El
espacio disponible.
Pared donde se fijará la pantalla de proyección.
Elección
de las telas:
Dependerá, entre otras cosas, de la luminosidad del videoproyector,
la luz ambiental, la posición del proyector (colgado del techo
o situado a la altura de visión) y la distribución de la
sala de presentación.
Mantenimiento
de la pantalla:
La utilización frecuente de la pantalla aumenta las posibilidades
de que se produzcan manchas y otros daños en ella. Por esta razón
se recomienda limpiar la pantalla de manera regular.